Código ético
1. PREÁMBULO
Tarragona en Comú es un movimiento social de carácter local que pretende trabajar por una candidatura a las municipales de Tarragona «por un municipalismo ciudadano y de ruptura» desde la convicción de que sus objetivos no se pueden conseguir exclusivamente desde el Ayuntamiento y que esta tarea institucional sólo tiene un carácter instrumental.
Por rupturismo, define la voluntad de romper con el modelo económico, político y social vigente para construir un nuevo proceso constituyente, desde abajo y donde los municipios deben ocupar un papel clave, central. Defendemos una política municipal que vaya mucho más allá de intentar exclusivamente mejorar la gobernanza mediante un programa específico pegado al posibilismo o pragmatismo del marco político y económico vigente. Tarragona en Comú defiende la transformación radical de este modelo político, para superar las reformas y apuesta por cambiarlo y hacerlo de nuevo, utilizando al mismo tiempo la propuesta, la denuncia y la desobediencia hacia la transformación social, la regeneración política y la ruptura democrática.
Por municipalismo ciudadano define la voluntad de ser un movimiento de acción política local, de proximidad a la ciudadanía y una candidatura no monopolizada ni dirigida por partidos políticos, donde todas las personas tengan el mismo papel protagonista y decisorio, desde el autonomía política y la transparencia absoluta y desde una nueva forma de hacer política, que rompa con el centralismo inherente a buena parte de las fuerzas políticas y apueste por espacios de participación, de decisión, de control y seguimiento por parte de la ciudadanía, rescatando y regenerando la política para meterla en el servicio y en manos de las personas. Un gobierno municipal donde los representantes gobiernen escuchando y estén al servicio de la ciudadanía y no al revés. Un municipalismo entendido como una de las palancas de cambio fundamental para conseguir la ruptura constituyente que nos lleve a la transformación social.
Los y las miembros de Tarragona en Comú deben asumir que la representación política no es una profesión sino un compromiso y un medio para alcanzar su ideario, junto con la movilización social y la lucha por los derechos sociales. Por eso todos y todas sus representantes, cargos electos o internos, suscribirán este código ético de carácter vinculante aceptando que están a su servicio y al de la ciudadanía y obligados y obligadas a vincular sus decisiones a la voluntad expresada democráticamente,
Los principios recogidos en este código ético comprometen a todas las personas de la candidatura que ocupen cargos electos, de libre designación y gerenciales tanto del ayuntamiento como de los organismos dependientes, públicos o no, en los que el ayuntamiento tenga participación financiera o forme parte de la toma de decisiones.
Este Código ético parte del principio de confianza con las personas que nos puedan representar, pero aún así Tarragona en Comú incorporará mecanismos de apoyo, supervisión y control a su labor que le dote aún de más garantías y seguridad en caso de incumplimiento como la revocación, comisiones de garantías, auditorías ciudadanas o control por parte de la asamblea.
Tarragona en Común se compromete a impulsar los instrumentos y mecanismos legales necesarios para que estos principios éticos se conviertan en norma obligatoria para toda la administración municipal.
2. COMPROMISOS DE LOS CANDIDATOS Y CANDIDATAS
Las personas representantes de Tarragona en Comú se comprometen a:
– Limitación salarial. Se cobrará un salario digno, proporcional y adecuado al trabajo, dedicación y responsabilidad ocupada. Esta remuneración será como máximo 3 el SMI y no se podrán duplicar sueldos ni cobrar remuneraciones ni dietas extras para asistir a reuniones.
– Hacer pública su declaración bienes y patrimonio y de mostrar transparencia de sus ingresos rindiendo cuentas públicas y haciendo una gestión transparente de su patrimonio a lo largo y al final de su actividad como representante.
– Limitación a dos mandatos continuados. Tarragona en Comú quiere favorecer el cambio y la renovación periódica de sus representantes. La asamblea de la candidatura determinará la pertenencia o no de la continuidad de los y de nuestras representantes de un mandato a otro. Tienen que pasar dos legislaturas más antes de que se puedan volver a presentar.
– Una vez finalizada la representación pública, durante un período de cinco años, no se accederá a ningún organismo público o privado el que se haya supervisado, o haya sido creado directa o indirectamente por el cargo que se ostente. En ningún caso se ocuparán cargos de consejos de administración.
– Renunciar al cargo público o interno en caso de ser procesado o condenado por faltas o delitos, que deben incluir siempre los delitos de corrupción, económicos, acoso sexual, violencia de género, pederastia y maltrato infantil, contra los derechos de los trabajadores, ecológicos y urbanísticos.
– Inhibir en la toma de decisiones que puedan afectar a sus intereses personales o económicos, absteniéndose de las deliberaciones o votaciones, sobre asuntos en los que se encuentren implicados directa o indirectamente por intereses de tipo personal. Harán pública esta posible colisión de intereses.
– Renunciar a cualquier donación de dinero o artículos de valor monetario, favores, descuentos y préstamos de ninguna persona y / o institución de ámbito privado por su condición de cargos electos, así como posibles privilegios asociados a la condición de representante municipal.
– No se podrán acumular otras dedicaciones políticas en otros niveles institucionales, siempre y cuando, no sean vinculados a su condición de concejales / as. En caso de querer hacer campaña política por alguna candidatura más allá del contexto municipal, se someterá a su aprobación por parte de la asamblea.
– Renunciar a los planes de pensiones privadas u otras prestaciones otorgadas por ser cargo público que sean pagados con cargo a los presupuestos de cualquier institución pública.
– Renunciar a los transportes oficiales y compromiso de viajar con la tarifa más económica que corra a cargo de un presupuesto público o del movimiento.
– Las agendas de todos los cargos electos serán públicas y disponibles para la ciudadanía
– Los miembros de la candidatura pondrán su cargo a disposición de la asamblea que será quien, en caso de incumplimiento de este compromiso, podrá plantear la censura pública y / o la revocación de su condición de representante por mala gestión o incumplimiento flagrante y no justificado del programa, decisión que será aceptada.
3. COMPROMISOS DE Tarragona en Comú
Tarragona en Comú, como movimiento, se compromete a hacer política municipal desde estos principios de acción política:
– Cualquier pacto previo o posterior a las elecciones con cualquier organización política debe ser sometido a la aprobación de la asamblea del movimiento y consultada a toda la ciudadanía. Estos posibles pactos se harán siguiendo el programa municipal aprobado en asamblea sin caer en concesiones que contradigan sus aspectos fundamentales.
– Hacer seguimiento de los compromisos electorales, atendiendo a su fidelidad al programa y compromisos concretos.
– No se admitirá la adhesión de ningún cargo público que haya obtenido un cargo público con otra formación política mientras no renuncie, ni tampoco colaborará en ningún sentido.
– Se estará disponible para atender a los medios de comunicación y para responder a sus preguntas sin interferir en su tarea profesional. Se rectificará y se hará público si alguna información dada no responde a la realidad.
– No se entrará nunca en la vida privada de las personas de dentro y fuera del movimiento, ni se utilizará nunca electoralmente ni políticamente los asuntos personales.
– Se usará un lenguaje oral, escrito e iconográfico no excluyente ni ofensivo que evite connotaciones androcéntricas, misóginas, xenófobas o discriminatorias de cualquier tipo.
– Se creará un registro, que será público, de cargos públicos, de asesores / as y cargos de confianza y de las personas que en nombre de Tarragona en Comú estén presentes en consorcios, fundaciones, patronatos, consejos consultivos o consejos de administración .
– El presupuesto de Tarragona en Comú será público, con detalle de ingresos y ejecución.
– Se informará a todos y todas los adheridos / as y ciudadanía de las asambleas y el orden del día de órganos y ámbitos de Tarragona en Comú, así como las decisiones políticas que se toman.
– La primera responsabilidad de Tarragona en Comú es con la ciudadanía. Se promoverán espacios abiertos a la participación y al debate y la decisión política y, a nivel interno, con la asamblea del movimiento creando espacios y mecanismos que faciliten el conocimiento, el seguimiento, la valoración y el control de la tarea que se realice.
– En caso de disponer de un excedente de dinero fruto de la limitación salarial de los y las representantes, éste se destinaría a fines sociales y no a la financiación del movimiento.
– Se harán públicos los criterios de contratación de los cargos de libre designación, apostando por una reducción drástica de los mismos, un perfil técnico de los mismos y la concurrencia pública.
– Se rendirán cuentas de las actuaciones de los representantes ante la ciudadanía, mediante instrumentos presenciales y virtuales, asamblearios, democráticos y abiertos a todos. La información se presentará siempre en un formato que permita trabajarla.
– Se mantendrá un contacto habitual con los movimientos sociales que luchen por el mismo ideario, atendiéndolos, dándoles respuestas y teniéndolos presentes a la hora de tomar de decisiones.
– Se garantizará la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones relevantes y en el posicionamiento políticos de la candidatura sobre temas estratégicos y proyectos de impacto social, ambiental o urbanístico en la ciudad o barrios.
– Se hace renuncia explícita a los créditos bancarios y las donaciones particulares que puedan coartar la independencia política. Se tiene un compromiso explícito de trabajar con las instituciones de banca ética.
– Se apuesta por una limitación drástica del gasto en campaña electoral.
– La financiación se hará a partir de donaciones particulares y el pequeños mecenazgo destinado a acciones y necesidades concretas.
– Se utilizará la denuncia, la desobediencia social y la movilización social como forma de defensa del programa y del ideario municipal, apostando siempre por la justicia social en caso de que contradiga la legalidad vigente.