De todos es conocido e incluso aceptado por muchas personas que Tarragona es una ciudad diseminada en núcleos de diferentes características, tanto sociales como urbanísticos.

Desde el punto de vista urbanístico, creo que las propuestas deben ir encaminadas a «coser» los diferentes núcleos, sobre todo en la zona de poniente.

Una de las formas para hacerlo posible no es con la construcción de más viviendas en los espacios entre barrios, sino con equipamientos. Parques en forma de pulmones para contrarrestar el impacto de las industrias. Ahora mismo, tenemos erales, páramos lleno de bolsas de plástico del mercado. Hemos refiero claro, a espacio entre Bonavista y Campclar.

El espacio entre Riuclar y Torreforta, debe convertirse en un espacio de nexo entre los dos barrios y evidentemente soterrar el arroyo de Riuclar, que muchas veces baja con las aguas residuales del aliviadero del propio alcantarillado.
De todo el conjunto de los barrios de la zona de poniente, es primordial la conexión a pie con el centro.

Este principio de conexión debe ser extensiva a todos los núcleos que conforman la ciudad de Tarragona. No hablan inicialmente de grandes avenidas sino de caminos blandos, que permitan la práctica deportiva y el paseo. Así, recuperar el camino junto al río Francolí hasta San Salvador, o el acceso adecuado desde La Muntanyeta de San Pedro  con la calle Pi y Margall, o desde las urbanizaciones de Levante con el centro debe convertir con prioridades urbanísticas de cohesión entre las diferentes zonas forman el municipio de Tarragona.

De desde el Punto de vista social, nos encontramos también con una clara diferenciación dependiendo del barrio. La mayoría de viviendas sociales, los encontramos en los barrios de Ponent y San Salvador, y dentro de estos barrios también muy concentrados. Esto provoca, entre otras cosas, que la marginalidad quede concentrada en diferentes núcleos. Cabe destacar el trabajo de entidades sociales que desde hace muchos años luchan para favorecer la inclusión y conseguir que los niveles de calidad de vida de estos núcleos sea el máximo posible.

La propuesta a defender es el apoyo de las entidades que trabajan en el territorio en la lucha contra la exclusión y programas inclusivos desde el Ayuntamiento para que las actividades y eventos sean integradores de las diferentes realidades que conforman el tejido del municipio.