San Pedro y San Pablo nació en el año 1968 siendo una cooperativa que quería construir pisos económicos para los inmigrantes que venían a buscar trabajo en Tarragona y que muchos vivían en barracas junto al Francolí.
Así la gente que compraba un piso era miembro de la cooperativa, que era la propietaria también de las calles y jardines. Se encargaba del servicio de limpieza, alumbrado, jardines, todo.
Fue en 1984 cuando se hace el traspaso de servicios en el ayuntamiento. Con motivo de algunos problemas que generó este traspaso se creó la asociación de vecinos Sacelades para reivindicar que el barrio tuviera el mismo trato que los tarraconenses del centro.
Una vez finalizado este traspaso la cooperativa debía desaparecer. Los estatutos dicen que el capital residual debe revertir en el barrio. El capital del que dispone ahora mismo la cooperativa son unos locales valorados en más de 100.000 €. Por ello y por el envejecimiento de la gente del barrio se decidió y proyectar un centro de día al lado de hogar de jubilados. Centro que aún no se ha comenzado a la espera sólo de la disolución de una cooperativa que hace treinta años dejó de ser útil. Hasta cuando tendremos que esperar?

Otro tema importante para este barrio es el parking de la quinta promoción. Es cierto que es un parking privado pero el problema está en el techo que es una plaza pública donde juegan los niños y donde hay unas jardineras con tierra que son las culpables de las rendijas. Por eso cada vez que hay elecciones y el alcalde viene al barrio, promete que el ayuntamiento se encargará de las reparaciones, ya lleva dos legislaturas haciendo la misma promesa. Lo más gracioso es que los presupuestos del 2016 había una partida de 200.000 € para llevar a cabo las reparaciones. Entonces yo pregunto: ¿Por qué no se ha hecho? Y ¿Qué se ha hecho con este dinero?

Y el último tema que me gustaría comentar del barrio es el Parque de la Muntanyeta. En los años 90 el ayuntamiento hizo un vertedero en la Muntanyeta, junto a San Pedro y San Pablo. Después se pidió una subvención del fondo europeo FEDER para arreglar el vertedero y hacer un espacio natural con unos humedales donde las aves migratorias pudieran parar a descansar. Lo único que se hizo fue tapar los escombros con un poco de tierra, muy mal por cierto porque cuando haces una vuelta por el parque encuentras neumáticos y ladrillos salgan de la tierra como si fueran tulipanes y también pusieron riego, pero sólo a una zona de parque. Después se plantaron árboles sin tener en cuenta este detalle. Así podemos encontrar árboles de secano en la zona de regadío y viceversa.

El parque se quedó olvidado, el ayuntamiento no fue capaz ni de reparar una tubería del alcantarillado que estuvo años tirando mierda (y no es ninguna metáfora) a pesar de las denuncias hechas a Sanidad. Estuvo olvidado hasta que la iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días quiso comprar unos terrenos dentro del parque, terrenos donde en teoría iba la escuela Olga Xirinacs.
Entonces hubo movilizaciones para evitar la venta de un pedazo importante del parque. El alcalde vino corre’ns a decirnos que no nos preocupáramos que no se vendería (Lo cierto es que los mormones se hicieron atrás cuando vieron las movilizaciones) y se comprometió a acondicionarlo.
De la lista de peticiones que hizo la Plataforma Salvemos el Parque de la Muntanyeta hicieron muy poco: Reparar la tubería del alcantarillado, la del riego que habían roto haciendo las catas, reparar los aparatos de gimnasia y poco más. Ni han arreglado los caminos, ni ha puesto ninguna fuente, ni siquiera han hecho limpieza, bien cerca de la gasolinera si sacaron los escombros.
Hoy día el Parque de La Muntanyeta vuelve a estar olvidado ¿Hasta cuando?